miércoles, 17 de agosto de 2011

SIN CONFIANZA NO HAY INVERSIÓN NI INCLUSIÓN

Miércoles 17 de Agosto del 2011

Desde diversos frentes empresariales, institucionales y académicos se viene enfatizando un aspecto gravitante para poder cumplir las metas trazadas por el nuevo gobierno en un difícil contexto externo: la necesidad de mantener la estabilidad y restablecer la confianza de los inversionistas para garantizar niveles de crecimiento económico, con lo cual pueda implementarse la inclusión social.

Aparte de las cámaras de comercio de todo el país, ayer se dio a conocer un comunicado del Banco de Crédito del Perú, que advierte, por ejemplo, sobre los riesgos de afectar la estabilidad y el clima de confianza con iniciativas riesgosas y ambiguos anuncios respecto de cambios constitucionales en el capítulo económico.

En el mismo sentido se ha pronunciado el destacado economista Élmer Cuba, quien, en entrevista con este Diario, ha explicado que hay “una actitud de espera entre los inversionistas”. Mencionar la Constitución de 1979 “ha generado miedo. Y que el presidente del Congreso diga que cambiará el artículo 60, más miedo aún”, ha alertado. Si se opta por crear empresas públicas, explica, no solo se fomentaría el desorden y el dispendio, sino que se podría desplazar a las empresas privadas.

No hay, pues, recetas mágicas. Ya sabemos, como pasó durante la dictadura militar, adónde lleva el estatismo populista y dispendioso, que espanta inversiones y cierra mercados, lo que inevitablemente termina en más pobreza y corrupción. Del otro lado, con los debidos ajustes, debe continuarse el modelo de economía social de mercado, como política de Estado con estabilidad política y jurídica, que ha hecho posible un crecimiento anual de 6% en los últimos lustros, que debemos cuidar como condición indispensable para crear empleo y reducir la pobreza.

El reto es consolidar lo avanzado. Según ha dicho ayer el ministro de Comercio Exterior y Turismo, José Luis Silva Martinot,el 95% del comercio exterior del Perú está respaldado con tratados de libre comercio ya firmados o en procesos de negociación, que deben seguirse promoviendo. Paralelamente, existen proyectos por más de 40 mil millones de dólares a la espera de señales claras de confianza, que deben provenir del nuevo Gobierno.

En suma, este diagnóstico objetivo y preocupante de la realidad local y externa debe merecer una respuesta coherente y responsable en el plan de Gobierno que debe presentar ante el Congreso el jefe del Gabinete, Salomón Lerner Ghitis.

Fuente: EL COMERCIO