jueves, 5 de mayo de 2011

"GAMBITOS DE IZQUIERDA Y DE DERECHA"

Autor: VÍCTOR ANDRÉS PONCE

Sorpresas de una desconcertante elección. Keiko Fujimori se izquierdiza en tanto que Ollanta Humala se derechiza. Fujimori se reúne con los pequeños empresarios, recoge las tesis de Hernando de Soto sobre el capitalismo popular y pospone una reunión con los grandes inversionistas. Humala prosigue con sus incansables visitas al norte y dialoga con la Confiep, pero empieza a sentir el movimiento envolvente del fujimorismo en el flanco popular. En otras palabras, Keiko gira con firmeza y Ollanta titubea con su derechización: miedo evidente a que la base popular se desconcierte. Para mala suerte de la moderación nacionalista, la familia entra en acción y Antauro propala un video en el que llama a votar por su hermano.

Fujimori puede voltear a la izquierda porque sabe que tiene a la derecha. Humala necesita virar a la diestra para atraer al votante limeño y de la costa norte, pero ese gambito cuesta demasiado: aparece un Humala de primera vuelta y otro de segunda y las incoherencias se agrandan. ¿Se confirma la tesis de que el voto centroderechista define la elección? Todo parece indicar que sí. Más allá del gambito, Keiko solo triunfa con el apoyo de la diestra. Esta es una lectura legítima y parte del criterio que, en la primera vuelta, más del 60% de los electores optó por mantener la democracia y el mercado.

El otro criterio es que los votos de Keiko y Humala representan a la mitad del electorado irritada con el estado y los funcionarios alanistas que tuvieron la caja repleta y apenas gastaron una parte. Esa mitad es el Perú excluido de los beneficios del crecimiento que, si bien no se empobrece, se desarrolla a paso de tortuga en comparación con la velocidad de crucero del sector moderno. Si se parte de este enfoque, los gambitos de los candidatos podrían ser interpretados como intentos de representar a los dos países que parecen haberse expresado en las elecciones con las envolturas de derecha e izquierda. Bajo este enfoque, otra vez, Humala llevaría las de perder porque no puede ganar sin la mayoría del sector formal.

El país marginado ha partido su votación entre Humala y Keiko con una evidente ventaja a favor del primero, pero el Perú que crece a mayor velocidad en Lima y la costa norte tiene la palabra y los votos para definir. Cuando se percibe esta tendencia uno podría decir que las cosas no están tan mal, que el crecimiento económico y la emergencia de una nueva clase media mestiza y emprendedora algo tiene que ver con el adelgazamiento de las posibilidades de Humala. Pero escribir de política no es asunto de hechiceros, de modo que todo está por verse, pero hay una verdad maciza: así se vive en una democracia sin partidos, a puro salto de mata, con el miedo al abismo.

Tomado de: PERÚ21 5 mayo 2011