martes, 17 de mayo de 2011

¿SI TODO VA BIEN POR QUÉ ALGO VA MAL?

Por: Juan Paredes Castro
Martes 17 de Mayo del 2011

Ollanta Humala tiene un entorno muy cercano que logró la gracia de la elección parlamentaria (nacional o andina) y por eso mismo ya no parece importarle la suerte del candidato.

A este entorno pertenecen, entre otros, Daniel Abugattas, Fredy Otárola y Alberto Adrianzén, que sin duda han quemado cerebro y neuronas durante la primera vuelta, con un saldo positivo para un Humala que no pensaba pasar a la segunda y para ellos mismos, que tampoco abrigaban la esperanza de insertarse o reinsertarse en el generoso presupuesto legislativo.

A diferencia de Javier Diez Canseco, también electo por Gana Perú y con votos reivindicativos respecto de su último pasado electoral, y que no gusta pasar por acólito de Humala ni disfrazar debilidades propias o ajenas, Abugattas, Otárola y Adrianzén se han convertido en malos defensores del humalismo en la segunda vuelta electoral, a causa de un simple detalle: ocultarle la verdad al amigo Ollanta y dejarlo cometer demasiados errores, a menos de dos semanas de las elecciones.

Si en algún momento de la primera vuelta ellos fueron para Humala algo más que sus tres mosqueteros, ahora, en el partidor de la nueva hoja de ruta, él es consciente de que le hacen falta, más que espadachines de vocación urbana o andina, estrategas capaces de decirle la verdad, presentarle los escenarios duros que enfrenta y no estar recordándole a la prensa que todo va bien en las encuestas, cuando, en buena ley, algunas cosas van mal.

El propio Humala suele ser más claro y sincero consigo mismo a la hora de analizar las encuestas. Suele decir que las recibe con humildad cuando le favorecen y las califica de simple fotografía del momento cuando él mismo sabe que no es un empate técnico el que está viendo, sino dos o tres puntos por debajo de Keiko Fujimori.

Así como la candidata de Fuerza 2011 ha puesto a trabajar a Martha Chávez, Santiago Fujimori y Luz Salgado detrás del quinto telón de su campaña, Humala debería confinar a Abugattas, Otárola y Adrianzén a repasar en silencio todos los errores de Evo Morales y Hugo Chávez para no tratar de repetirlos en el Perú.

Entretanto, Humala necesita un fuerte sinceramiento de sus fortalezas y debilidades, dentro de su partido, para acometer una campaña que viene a contracorriente.
Tomado de: EL COMERCIO