viernes, 20 de mayo de 2011

"NO LE CREO A HUMALA"

Juan José Garrido Koechlin:
Viernes 20 mayo 2011

LIMA - La primera reflexión después de leer detenidamente el encarte "Lineamientos Centrales de Política Económica y Social para un Gobierno de Concertación Nacional", documento presentado recientemente por el candidato Ollanta Humala, es una muy sencilla: a diferencia del Plan de Gobierno ("La Gran Transformación"), donde se ensayaban una serie de diagnósticos que permitieran entender las propuestas posteriores, los lineamientos parten por hacer una serie de ofertas electorales, las cuales se encuentran casi en oposición exacta al Plan original... ¿Qué es lo que ha cambiado en estos días?

Esperábamos -quienes desconfiamos del proyecto nacionalista- una explicación del cambio radical en la visión de país que contemplan ambos documentos. En el Plan se proyecta el retorno a una economía industrial basada en la agricultura, vía protecciones, sustitución de importaciones, con un Estado interventor y subsidiario. Dadas las nacionalizaciones requeridas y el cambio radical del capítulo económico, se proponía un cambio del orden constitucional. Hoy plantean cambios graduales y respeto al marco institucional y legal. ¿Qué diferencia la visión del candidato hoy de la visión que tenía hace tan sólo unas semanas? Y, sobre todo, ¿qué documento gobernará en un eventual gobierno nacionalista: aquel de 196 páginas o el encarte de 4 páginas y media?

Luego están las diferencias ideológicas. El Plan es un proyecto sustentado en una visión estatista y autoritaria, de izquierda cepalina, donde el compromiso del partido hacia la transformación radical es más que evidente. Ese documento es el que empalmó a diversos grupos de izquierda detrás de la candidatura humalista; más importante aún: es el que permitió la consolidación de una importante bancada en el Congreso venidero. ¿Está de acuerdo dicha bancada con los lineamientos? ¿Se animaría el total de la bancada electa a firmar dicho documento?

Finalmente están las diferencias programáticas. Hace un mes se nos decía que el cambio constitucional era indefectible, se revisarían los Tratados de Libre Comercio (TLC), se nacionalizarían ("recuperarían", en la versión 2011 del Plan) diversas empresas y sectores, se controlarían precios, se crearían más ministerios y organismos públicos, se limitaría la actividad periodística y las libertades individuales; hoy se nos habla de estabilidad macroeconómica y responsabilidad fiscal, de asociaciones público-privadas, de simplificación administrativa y la no creación de nuevos impuestos. Más que contradicción, es evidente la grosera tomadura de pelo.

Ollanta Humala ha demostrado, reiteradas veces, por qué no se le puede creer. Allá los tontos útiles que consideren al encarte algo más que un Plan de Campaña. Lo único importante y concreto es que gobernará -si somos el país más desafortunado- aplicando "La Gran Transformación".

Tomado de: CORREO